Sopo es un municipio pequeño, pero con una historia religiosa muy importante, que se remonta al año 1.753 donde la lavandera Rosa Nieto, encargada de los oficios parroquiales, descubrió bajo los ramales de un roble una piedra en la que le pareció ver estampada la imagen del Señor Jesucristo.
Con gran devoción la saco del fondo de las aguas y la llevó a su casa, en la noche observó que el guijarro desprendía el mismo resplandor que había visto en la fuente y era producido por la misteriosa piedra.
Al día siguiente la llevo al párroco Raimundo Forero, a quien esta imagen le hizo el milagro de devolverle la vista, logrando entonces contemplar la figura de Jesucristo.
Esta historia le da a Sopo el reconocimiento como un sitio de peregrinación, así mismo en confirmación de la verdad histórico-religiosa de esta santa imagen el Papa Pío IX concedió indulgencias a esta devoción, y otro tanto hicieron los arzobispos Mosquera, Herrán y Arbeláez, de Bogotá. En reconocimiento al pontífice romano el pueblo de Sopó acordó darle el nombre de Pío IX al cerro que sirve de telón de fondo al pueblo de Sopó. La parroquia fue erigida el 27 de septiembre de 1653.
El factor histórico de la aparición de la imagen de Cristo ha marcado la historia de la comunidad; su templo se ha convertido en centro de peregrinación y para los habitantes de esta hermosa población es motivo para vivir su fe cristiana con mayor intensidad.
Así mismo para que Sopo sea aún más religioso hay que resaltar que en este templo descansan las 12 misteriosas pinturas de los arcángeles de arte Colonial, que se convirtieron en Patrimonio Cultural del Departamento.
Si te interesa conocer más de esta historia, te invitamos a vivir en Sopo para que vivas una tradición diferente, Pionono Condominio Club un proyecto en honor a Sopo.