Según la publicación realizada por Vanguardia Liberal el pasado domingo 12 de mayo. La innovación en sus construcciones, la calidad, cumplimiento y servicio al cliente, han sido la carta de presentación de la constructora Santandereana Fénix, que cuenta con 39 años de experiencia convirtiéndose en referente del sector de la construcción en la región y el país.
VANGUARDIA LIBERAL - Escrito por: YENNY RODRÍGUEZ BARAJAS - yrodriguez@vanguardia.com
La construcción de viviendas de interés social en Santander fue para el empresario Horacio Enrique Blanco Guarín y sus socios una gran idea de negocio en febrero de 1979. El primer proyecto fue en el barrio el Carmen de Bucaramanga y durante 20 años consolidó proyectos en el área metropolitana así como en algunos otros municipios como Aguachica (Cesar) y Barbosa (Santander), entre otros.
No obstante, después de 20 años, las dificultades económicas que enfrentaba el país en los años 90 los llevó a dar un giro en el portafolio y apuntarle a los estratos 4, 5 y 6. La empresa santandereana que en un comienzo se llamó Constructora Blanco, cuenta con 39 años de experiencia y más de 30 proyectos, que los ha llevado a ganar una experiencia representativa en varias ramas de la ingeniería y la arquitectura.
“Salir de la zona de confort nunca es fácil, se requiere de decisión, compromiso, organización y ganas de ser los mejores. Así asumimos la segunda fase de la constructora que nos ha dejado como resultado contar con la confianza de nuestros clientes que nos han confiado sus sueños”, cuenta Adriana Serrano.

Proyectos de propiedad horizontal como Majestic le han permitido a la constructora Fénix lograr posicionarse en el sector nacional y ser referente de innovación, calidad y cumplimiento.
Construyendo sueños
En el año 2000, con una hoja blanca escrita a mano inició Fénix Construcciones su segunda fase. Su primer proyecto fue Torres de Sevilla, ubicado en la autopista Floridablanca – Bucaramanga.
“En esa época el país atravesaba por muchas dificultades económicas y sociales. Sin embargo, decidimos arrancar con nuestro primer proyecto, para el cual no contábamos con sala de ventas, no había apartamento modelo y la maqueta era una hoja de papel blanca en la que dibujábamos una cuadrilla cada una identificada con un color diferente, que correspondían a las banderitas que enterrábamos en el suelo. Así en un acto de fe, les mostrábamos a los clientes la ubicación de la que sería su vivienda y con gran satisfacción se vendió relativamente rápido”, recuerda la empresaria.
De ahí en adelante, Fénix continúo con la construcción de Recodo de la Florida, Colina Campestre, San Diego y Monticelo en Floridablanca y Vizcaya, Montserrat y Vizcaya Gold en Bucaramanga.
En el 2008, Adriana y Horacio deciden hacer otro cambio, esta vez en el tipo de proyectos ejecutados y lanzarse con macroproyecto. “Compramos el lote de lo que hoy es Mediterrané Spa y Tenis Club, en el cual se desarrollaron tres conjuntos residenciales de gran formato, cada uno con sus zonas sociales independientes, los tres articulados alrededor de un gran Club social común. La apuesta fue arriesgada, casi todos los constructores decían que no se podía hacer nada ahí y nosotros vimos un gran potencial que se convirtió en referente nacional”, recuerda la empresaria.
De ahí continuaron con proyectos de gran formato, como Olympo Condominio y Resort, Mediterrané Royal, proyectos que en sus exteriores, ambientes sociales e interiores están inspirados en la comodidad, el lujo y la innovación de los resort y los cruceros.
“En 2010, lanzamos Majestic, con el cual iniciamos la tipología de proyectos emblemáticos, que nos ha permitido consolidar la marca Majestic y construir el mismo proyecto en las principales ciudades del país. Fue un verdadero desafío por el alto riesgo que representaba un proyecto tan exigente desde el punto de vista técnico, financiero y de mercado y haberlo sacado adelante con éxito y en los tiempos previstos, nos llena de satisfacción y orgullo”, asegura Adriana.
Momento de expansión
Horacio y Adriana son empresarios a quienes la innovación y las nuevas apuestas son parte de la conquista del mercado. Por ello, en el 2009 decidieron incursionar en la capital del país, entrando por la puerta grande.
“Comenzamos con un proyecto ambicioso denominando Hato Grande Reservado en la Sabana Norte de Bogotá, específicamente en Sopó, en el cual se desarrollaron 75 casas de lujo, rodeadas por dos campos de golf y con una completa zona social en donde se nos presentaron mil y una dificultades entre las cuales está la inundación en abril de 2011 cuando estábamos terminando de construir la primera fase, para lo cual, tuvimos que hacer inversiones extras para sacarlo adelante y no perder las ventas realizadas”, relata Horacio.
Y como romper esquemas es parte de la filosofía de Fénix, se construyó Santa Fe Marquis Casa Boutique y Cortijo de Cajicá en Bogotá; y Shantik (Altos de Cabecera) y Ambroxía en Bucaramanga, proyectos que ofrecen una nueva tipología de Casa Boutique que integra la hotelería a los edificios residenciales.
“Nos gustan los retos y por eso nos arriesgamos a cumplir los sueños, entregándole al cliente proyectos de calidad con valores agregados y diferenciadores. En los últimos años incursionamos con proyectos tipo micro ciudad, con Pionono Condominio Club en Sopó ubicado justo frente a la emblemática Cabaña de Alpina del cual estamos construyendo la primera gran manzana y vendiendo la segunda y en Bucaramanga estamos construyendo Grand Boulevard, el único proyecto licenciado con el nuevo POT de la ciudad”, cuenta el empresario.
Para Horacio y Adriana, cada detalle en la construcción y decoración, el cuidado, la calidad, la combinación e innovación en los proyectos que desarrolla Fénix Construcciones es lo que le ha permitido ganarse la confianza de los clientes, el respaldo de los bancos y el respeto en el gremio. “Hacer empresa no es fácil, se debe pagar un precio muy alto.
Es sacrificar tiempo con la familia y amigos, es tomar decisiones difíciles, poner la cara, asumir los retos, aceptar las equivocaciones y las críticas, y buscar soluciones, entre muchos otros ingredientes que al final premian con experiencia y éxito”, concluye Adriana Serrano.